
El local en si mismo es un testimonio de la historia reciente del circo en Madrid, y hablar directamente con los artistas de la época fue muy enriquecedor para todos. Poder disfrutar de los cuadros de Toneti, que llenan todas las paredes, de los álbumes de Madrueño, o ver la auténtica mini bicicleta de Ramper son algunos de los privilegios que nos permite este lugar.
El encuentro entre la última generación de estudiantes de circo de la escuela y los artistas mas veteranos de la ciudad fue divertido y educativo a la par, ya que la visita fue una de las actividades de la asignatura Historia del Circo.

Visitar el Club es un placer que recomendamos desde aquí a todos aquellos que aman el circo y su historia.
Gracias a todos por recibirnos. ¡Volveremos!
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